Do-bla-di-llo

Mire vea doña, si hay algo que no soporto, que detesto, que odio -y no me lo va a creer porque algo tan insignificante no merece tanto resquemor- son ¡los dobladillos!...
Ver ese pequeño pedazo de tela -que se nota, no me vaya a decir que no se nota porque se nota- metido para adentro en un pantalón y esas puntadas que se dicen "invisibles" –pero que de invisibles no tienen nada porque bien que yo las veo- me altera los nervios y la salú...
Ahhhhh y esos que tuvieron dobladillo pero que cuando el chico creció se lo sacaron y se nota la marca!!!! no no no no, alcánceme un vaso de agua porque me dan palpitaciones...
Mire, con el que se dobla para afuera, casi casi que le diría que no tengo problemas... porque podria indicar un revés de la moda –y lo que es moda no incomoda, como usté bien sabe-...
Pero el que se mete para adentro! Mire, no puedo ni pensar en eso que me pongo furiosa! De qué manera tan burda le demuestran a una que es enana, que tiene las "partes" –usté me entiende- demasiado grandes para las piernas que diosito le ha dado... o que compra ropa berreta –porque otra cosa es la ropa a medida, claro, si es a medida no le hacen dobladillo-....
Ay querida, se conoce que usté solo usa pollera, por eso no le afecta!!!